RESPUESTA.- Parece que se trata de un cáncer de garganta que se ha podido extirpar por completo, sin afectación de los ganglios vecinos (N0) ni metástasis (M0) y con unos márgenes de seguridad aceptables. Desde luego, que la quimioterapia en esta clase de casos no cumple ninguna función. No diría tan rápido lo mismo de la radioterapia. Se trataba de un tumor grande; eso significa la T3, pues el volumen de estos cánceres se clasifica desde la T1 hasta la T4.
En estas circunstancias, aumenta la probabilidad de una recaída en la mitad del cuello donde asentaba el tumor. La radioterapia puede disminuir la probabilidad de que algo así suceda. es recomendable que los especialistas en oncología radioterápica opinen sobre el caso. Muy posiblemente, los otorrinos ya hayan consultado y la decisión de no radiar se haya alcanzado en conjunto, aunque usted no haya visitado el departamento de radioterapia en persona.
En cuanto al seguimiento, es sencillo porque estos tumores, en caso de recaer, suelen hacerlo casi siempre en la zona del cuello y la garganta. Basta que el otorrino explore la garganta y los ganglios del cuello de cuando en cuando. Lo lógico es hacerlo frecuentemente al principio, cuando el peligro de recaída es mayor (digamos cada tres o cuatro meses), e ir espaciando luego las visitas según vaya transcurriendo el tiempo. Los escáneres y radiografías de otras partes del cuerpo no suelen hacerse a no ser que existen molestias concretas.